Charla/Proyección De Antonio Graell, Light Hands

Martes 17 de noviembre de 2015, a las 19:30 horas

La idea de LIGHT HANDS se me ocurrió a finales de 2012, mi primer pensamiento fue visualizar el efecto de una serie fotográfica, en la cual, la fuente de luz estuviese en las manos de la persona retratada, pero evidentemente, para poner en marcha esa idea y realizar las primeras pruebas, era imprescindible diseñar una fuente de luz que cumpliese varias condiciones, para empezar debía tener un tamaño que se adaptase a la mano de una persona, también debía tener una potencia suficiente para poder trabajar con unos parámetros no excesivamente críticos, pero, sobre todo, debería emitir una luz que iluminase de manera fotográficamente eficaz y atractiva.

Mientras le daba vueltas é investigaba como podría fabricar esas fuentes de luz, no dejaba de pensar en el camino por el que llevar esta idea, si es que era capaz de solventar el problema técnico y de rebote no dejaba de encontrar nexos entre el hecho de que la persona se auto-iluminase con sus propias manos y todo lo que dicen las manos de nosotros mismos.

Las manos son unas grandes comunicadoras y con un poder de expresión enorme, hablan de nosotros constantemente, por la manera en que saludamos, por como gesticulamos al hablar; por el modo de acariciar nos pueden servir para transmitir nuestros sentimientos; las usamos para recibir informaciones que de otro modo no conoceríamos é incluso, cuando no se posee la capacidad de ver, son las que la sustituyen convirtiéndose en la luz que ilumina todo lo que nos rodea.

Por esto último, una de las primeras vías que pensé desarrollar con este proyecto fue la de realizar una serie de retratos a personas invidentes, creo que es la serie que podría establecer una relación más intensa entre idea y modelos, pero antes de dar ese paso, tenía que experimentar y aprender a trabajar con este sistema, tenía que descubrir sus limitaciones y sus ventajas, necesitaba un proceso de aprendizaje y para ello he tenido la grandísima suerte de contar con la participación de un gran número de amistades a quienes, en muchos casos, les he pillado casi de sorpresa y sin darles tiempo a reaccionar.

Entre todas estas amistades me gustaría destacar a Tamara, quien se prestó para ser el conejillo de indias con quien probar el primer prototipo, ese que terminé de construír allá por abril del 2013, en una sesión que me sirvió como arranque del proyecto y sobre todo para ensayar muchas de las ideas que tenía en la cabeza, ver cuales funcionaban y cuales no, ver posibilidades en las que no había reparado y problemas en los que no había pensado, evidentemente, también me sirvió para conocer los fallos de ese primer prototipo y buscar el modo de mejorarle, pero, a pesar de ser una sesión de aprendizaje más que otra cosa, de ella salieron algunas imágenes totalmente validas, en ellas por fin veía plasmadas muchas de esas ideas que había estado visualizando durante los meses previos en los que este proyecto tan solo era una idea loca de las que constantemente me vienen a la cabeza.

Antonio Graell

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