Fue un fin de semana cuando me enamoré de La Mancha, de su luz y de su Nacional 301.
Regresaba a casa y la casualidad, o el destino, me llevó a hacerlo por esa carretera. La huella del hombre sin el hombre.
Supe al instante que ese sería el hilo conductor del proyecto.
Escenarios inanimados y un tanto decadentes que me transmiten belleza y emoción.
Escenarios despoblados y ausencia de movimiento, para evidenciar el pulso vital que los ha hecho posibles, todo ello bajo la cegadora y maravillosa luz de La Mancha.
Galeria RSF – Tres Peces 2 – 28012 Madrid