La escuela de Madrid
Fototeca – La RSF

La Real Sociedad Fotográfica de Madrid fué durante mediados de los años 50 y la década de los años 60 – cuando España parece progresar económicamente tras su recién estrenado Pacto de defensa y ayuda mutua (1953) firmado con los Estados Unidos – una plataforma desde la cual la fotografía española se modernizó.
Fue gracias al impulso renovador de un grupo de jóvenes miembros de la ver aquisociedad madrileña que se propuso dar a la fotografía una nueva orientación artística en base a una captación de lo profundo y personal que la dotó de nuevos contenidos como el humano y social.

Seis jóvenes fotógrafos formaron, bajo el amparo de la Real, el grupo fotográfico «La Palangana (1957)», integrado por Francisco Ontañón, Rubio Camín, Leonardo Cantero, Francisco Gómez, Gabriel Cualladó y Ramón Masats, que daría el nombre al grupo tras la fotografía que realizó Cualladó de ellos seis, retratados precisamente en una palangana.

La unión del grupo residía en la estrecha amistad que les unía y en unas mismas consideraciones estéticas y teóricas acerca de la fotografía. A raíz del año 63, el grupo se fue disolviendo pero recibió nuevas incorporaciones como la de Juan Dolcet, Fernando Gordillo y Gerardo Vielba, y a lo largo de la década se dio forma a la conocida como «Escuela de Madrid».

La conciencia renovadora que protagonizaron los integrantes de la Escuela y miembros de la Real, fue posible gracias a todo un hervidero intelectual integrado por publicaciones extranjeras como Photography Annual (1951), la vanguardista Life a través de la cual conocieron el excelente trabajo «The Family of Men» de Edward Steichen, exhibido en le Museo de Arte Moderno de Nueva york, Vogue, Domus, Esquire, Twen, libros de colegas extranjeros como el de Walker Evans, Irving Penn, Cartier Bresson, Richard Avedon, Eugene Smith… y por supuesto, a publicaciones nacionales como Arte Fotográfico, a la creación del I Trofeo Luis Navarro en 1952 de Fotografía Moderna, y, a la organización por parte de un miembro de la Real, Rubio Camín, en 1960, del I Salón de Fotografía Actual al que se anexionaría durante varios años un tema monográfico, I Salón del Paisaje en su Interpretación Actual.

Estos jóvenes creadores con la ayuda de la Junta Directiva de la Real Sociedad Fotográfica revitalizaron a la sociedad tras una larga época en la que se había mantenido fuertemente vinculada al fenómeno del salonismo.

Bajo la premisa común de minar la academicista estética fotográfica anterior, decidieron como nuevo punto de mira, el hombre en todas sus circustancias cotidianas, sin adornos ni idealizaciones, lejos del salonismo y del pictorialismo. Este nuevo espíritu crítico documental, fruto de este grupo de artistas disconformes y renovadores, no sufriría represión oficial alguna por parte del régimen, por un lado, por su escasísima repercusión, y, por otro, por presentarse dentro de un planteamiento amateur, dada la situación que atravesaba la fotografía «artística» dentro de los circuitos comerciales del considerado Arte tradicional.

La Real Sociedad Fotográfica contribuyó con esta formación fotográfica madrileña a revitalizar los contenidos y directrices de la fotografía española de posguerra. Dentro de su seno, la Escuela de Madrid generaría un tipo de fotografía social y/o documental, denominada por sus artífices como humanista y con cierto eco del Neorrealismo Italiano del estilo de Toni del Tin o Luigi Comencini (Joan Fontcuberta, Notas sobre la fotografía española (1983).