Llevo años mirando hacia arriba cuando camino por el centro de Madrid. Siempre me han maravillado las esculturas que adornan las fachadas de algunos conocidos edificios de la Gran Vía, Alcalá, Arenal y otras calles tan andadas. Intento imaginar cómo fueron diseñadas, modeladas, colocadas allí arriba; quién lo hizo, qué representan…, en fin que es muy entretenido. Cuando empecé a fotografiarlas sentí ansiedad por descubrir más y estudiar la luz que, según la hora del día o la época del año, las ponían a punto de disparo. Me enamoran. Esta es una muestra del resultado de mis paseos, por si alguien tiene en común conmigo disfrutar de estas bellezas.
29 mayo, 2018