Manuel Rodríguez Martín

Dos pasos atrás y se observa el mundo como es: dinámico, con delicadas luces y misteriosas sombras, vivo al fin y al cabo, en continuo cambio y renovación. La captura en blanco y negro del instante de una silueta a contraluz que envuelve un trasfondo y una desconocida actitud, o simplemente de un caminar tranquilo y firme que solamente percibe como mágico aquel que ha preparado su mirada…

Mirar sin querer mirar; observar, sentir la luz del atardecer en los edificios, en los rostros y en las calles. Luz que lucha por no ponerse pero que termina sucumbiendo al irremediable destino de dejar paso a la oscuridad para volver a renacer al día siguiente y seguir el ciclo de las cosas, el ciclo de la vida. Distinto instante, mismo ritmo.

 

Date

22 abril, 2023