UN PAISAJE DE GUERRA

A finales del 2017, junto a un equipo de arqueólogos, tuve la ocasión de participar en los trabajos que se realizaron en la Dehesa de Navalcarbón en Las Rozas de Madrid, en las excavaciones de las fortificaciones que formaron parte de la denominada “Línea de Detención”, que el Ejército Popular de la República construyó en este Subsector del frente de guerra  desde mediados de 1938

A principios de 1937, durante la fase final de la batalla de la carretera de La Coruña, el municipio de Las Rozas de Madrid se convirtió en un cruento campo de batalla que obligó a la evacuación de toda su población. Los vecinos pasarían el resto de la guerra como desplazados y refugiados en pueblos alejados de las zonas de combate, tales como Torrelodones y sobre todo, Hoyo de Manzanares. El 4 de enero  tras intensa lucha, las tropas de Franco ocupaban la población y se establecen en plan defensivo, siendo capaces de resistir los duros contraataques republicanos que se desarrollaron hasta mediados de ese mismo mes.

Como consecuencia de esta batalla quedó perfilada una línea de frente en la que  Las Rozas de Madrid se convirtió en primerísima línea de fuego. La estabilización de ese frente dio paso a una guerra de trincheras que se alargaría hasta el final de la contienda y en la que ambos ejércitos seguirán protagonizando pequeñas acciones de combate (golpes de mano, guerra de minas, operaciones locales…) y continuas labores de fortificación encaminadas a mejorar y consolidar sus respectivas posiciones.

Los trabajos de fortificación alcanzarían su máxima expresión a partir de mediados de 1938, momento en el que las comandancias de ingenieros desarrollaron sistemas defensivos meticulosamente estudiados y planificados. A este período pertenecen la práctica totalidad de las fortificaciones que se conservan en Las Rozas y que podéis ver en las fotografías

Date

25 febrero, 2021